lunes, 8 de agosto de 2011

Hemorragias de nariz, causas y tratamiento – I

Hemorragias de nariz, causas y tratamiento – I
El término epistaxis suele ser empleado con frecuencia en la jerga médica o en las revistas de salud en general. Su significado apunta a las hemorragias frecuentes de la nariz, independientemente de sus causas.
Existe una serie de causas traumáticas como la manipulación abusiva de las fosas nasales que pueden provocar estas hemorragias. A estas causas traumáticas se les puede imputar la alteración de la mucosa nasal, como consecuencia de la inhalación de productos irritantes como la cocaína. El aire seco y frío también pueden causar una hemorragia nasal.
Por ejemplo, cuando en invierno se pone la calefacción en marcha, y que no hay un humidificador cerca, el aire tiende a resecarse demasiado. Esa es la razón por la cual las hemorragias nasales son frecuentes en algunas personas. Además, esta sequedad provoca ciertas molestias a nivel de la mucosa nasal, lo que suele llevar a los pacientes a rascarse más de la cuenta, hasta que al final salta la sangre.
Evidentemente, esto aumenta el riesgo de sufrir una epistaxis. Los refriados frecuentes también están en el origen de estas epistaxis, a causa de un moqueo constante que termina por irritar las paredes de las fosas nasales. Los estados inflamatorios y repetidos provocan una congestión de los capilares de la mucosa nasal. Esto puede ocurrir durante el embarazo.
El tratamiento
Si estos estados persisten, al final se produce una rotura de los capilares, que son los responsables últimos de la hemorragia.
Es exactamente el mismo mecanismo que ocurre cuando una persona se expone a una fuerte fuente de calor, como por ejemplo un golpe intenso de sol. El calor conlleva una congestión del interior de la nariz y por lo tanto de los capilares, que terminan estallando, en el caso de que el sujeto en cuestión presente una fragilidad vascular más acentuada.

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