lunes, 8 de agosto de 2011

Hemorragias de nariz, causas y tratamiento – II

Hemorragias de nariz, causas y tratamiento – II
Existe una serie de enfermedades sanguíneas, como los problemas de coagulación, que asociados a la fragilidad vascular, provocan las hemorragias frecuentes de nariz.
De esta manera, un pequeña herida, o un simple arañazo puede provocar una hemorragia más o menos importante y sobre todo, prolongada. Ciertos medicamentos, como los anticoagulantes, o los antiinflamatorios, y la aspirina, pueden provocar frecuentes epistaxis, en algunos casos, y en ciertas personas predispuestas.
Existen casos en los que no se llega a determinar la causa de la epistaxis. En este caso hablamos de epistaxis idiopáticas.
¿Cuáles son entonces las conductas que se deben tener en cuenta ante una hemorragia nasal? Primeramente, si sufrimos frecuentes epistaxis, es preferible usar un humidificador de aire en invierno, para disminuir los efectos de la sequedad de los calefactores.
Evitar también las exposiciones prolongadas al sol, sobre todo en verano, o ante cualquier fuente de calor intenso. Esta recomendación se dirige particularmente a las personas que presentan una fragilidad vascular.
¿Cómo detener la hemorragia nasal?
El primer gesto que se debe adoptar ante una hemorragia nasal es la de sentar al paciente, inclinarle la cabeza hacia adelante y presionar la nariz a nivel de la base del hueso, con la ayuda del pulgar y del índice, durante 5 minutos.
También se puede poner un tampón de compresa o de algodón empapado en algún líquido vasoconstrictor, en el fondo de la fosa que esté sangrando. El agua oxigenada es un buen hemostático. En principio, con esto debería detenerse la hemorragia. Si no se para, o vuelve a abrirse la herida, hay que comenzar de nuevo toda la operación anterior.

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