martes, 13 de abril de 2010

LA PREPARACIÓN DE LAS TINTURAS MADRES FLORALES

Los dos métodos más conocidos y eficaces son:

  • Método de maceración al sol de las flores seleccionadas. En este proceso, las flores son colocadas en una fuente de vidrio honda, con agua de manantial extraída de algún lugar cerca­no, durante no menos de tres horas, preferentemente en el horario de las 11 a las 14 horas. Luego, deben ser prolija-mente coladas o filtradas, devolviendo a la Tierra las flores utilizadas, y con agradecimiento. La maceración contenida en la fuente se coloca en una botella de litro de vidrio color ámbar y se le agrega un 30% de brandy para su conservación.

  • Método de ebullición o de hervido de las flores. Esta técnica se utiliza en aquellos casos en que la especie floral desarrolla su floración durante un invierno nublado, lluvioso o con ne­visca. Para ello se cortan las flores elegidas, se colocan en un recipiente para hornalla o fuego —en perfecto estado de higiene—, con agua de manantial o agua mineral de origen. Se hierven y luego, se mantiene el hervido a fuego lento duran­te media hora. Se deja enfriar y reposar; posteriormente, se filtra, colocando la infusión obtenida en una botella de litro color ámbar, y se le agrega un 30% de brandy.


El corte de la flor se realiza lo más cerca posible de la corola, con un cuarzo o tijera, de modo suave y continuado, pidien­do permiso a la Madre Naturaleza. Posteriormente, al finalizar todo el procedimiento, se le agradece y devuelven con sumo cuidado, las flores utilizadas a la Tierra.

En ambos casos, al completarse la maceración o infusión, se observa cómo el agua ha cambiado levemente de coloración, aroma y sabor, lo que indica que se ha completado el proceso. También es interesante comprobar de qué manera han interac­tuado los cuatro elementos de la naturaleza: el aire, el sol o el fuego, la tierra y el agua, junto con la acción del hombre. De esta manera, se produce una sinergia —término que proviene de la fisiología y significa "colaboración de varios órganos en una fun­ción"— y una alquimia especial. Esto nos lleva a denominar a la tintura madre el "quinto elemento" o la "supra-conciencia líqui­da", dado que se obtiene un preparado de orden energético superior.

Existe una tercera técnica de preparación —menos utilizada, sal­vo por algunos elaboradores— que es el método de transferencia por cristal. Éste consiste en localizar las flores de bach, pero no se las corta. El elaborador, a través de un profundo estado meditativo y perceptivo, se pone en contacto con la energía de la flor, la cual permanece en el árbol o arbusto, durante unas dos o tres horas. El elaborador utiliza un cristal de cuarzo de extrema pure­za —generalmente se usa un solo cuarzo por preparación, el cual ya ha sido programado por el elaborador para este objetivo—. Lo que hace es tenerlo en su mano o bien apoyarlo en el pasto, entre la flor elegida y la fuente con agua, hasta que tenga la confirmación de que la energía de la flor se ha transferido al agua de la fuente de vidrio, de acuerdo con lo que le indique su conocimiento en este procedimiento intuitivo-perceptivo, o bien valiéndose del método Señal. Vascular Autónoma (Vascular Au­tonomous Sign-VAS) (ver más adelante, en este mismo Capítulo). El agua floral obtenida a través de este procedimiento vibracional y alquímico, es colocada en un envase de vidrio color caramelo de un litro y se le agrega un 30% de brandy como conservante, de la misma forma en que se hace con todas las tinturas madres florales.

Tanto para el método tradicional de corte de las flores —tratadas por el proceso de maceración al sol o de ebullición— como para el de transferencia por cristal, el estado de sensibilidad, de ar­monía emocional y de conexión con la naturaleza del elaborador, son factores fundamentales para la correcta preparación.

Cualquiera haya sido el método de elaboración utilizado, la tintura madre permanecerá bajo control y refinamiento por unos meses, observando el nivel de cualidad, estabilidad y conservación.

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